Así se retiraba ayer el plantel de Independiente del estadio Malvinas Argentinas luego de caer derrotado frente a un aguerrido All Boys. Mi sentido común diría que si las cosas no salen como uno lo espera, es necesario redoblar la apuesta. Me refiero al compromiso, al esfuerzo, al trabajo en grupo e individual, al saber que de la oscuridad se sale con una luz.
Increíble es ver a cada niño de la mano de su padre que tiene que tratar de entender sobre frustraciones, ver al anciano con dificultad para caminar trasluciendo la derrota de su fervor pasional, observar desilusión en cada hincha, en cada familia acompañando a Independiente. Porque este club es mística, es gloría, es indudablemente aquello que los actores de esta obra no nos están mostrando. ¿No hay trabajo suficiente o no hay ganas de triunfar? El hincha reclama, con lógica razón, compromiso profesional, muchas horas libres lo exaspera. ¿Son estos jugadores de Primera o es la primera vez que son jugadores?.
La historia debe seguir escribiéndose pero la que cuentan los rojos de Avellaneda, aquella que habla de victorias y noches de copas , y no este presente oscuro y siniestro. La esperanza continúa intacta ....¿Como terminará esta historia?
Nahuel Maggio
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